Estás leyendo la publicación: El cerebro humano reacciona de manera diferente a los partidos de tenis de mesa contra oponentes humanos y máquinas
Investigadores de la Universidad de Florida descubrieron que los cerebros de los jugadores de tenis de mesa reaccionan de manera diferente cuando juegan contra oponentes humanos en comparación con oponentes de máquinas. El estudiardirigido por la estudiante graduada Amanda Studnicki y su asesor, Daniel Ferris, profesor de ingeniería biomédica, tuvo como objetivo comprender cómo responde nuestro cerebro a las demandas de los deportes de alta velocidad como el tenis de mesa y cómo la elección del oponente afecta esta respuesta.
Ferris explicó la importancia del estudio: “Los humanos que interactúan con los robots van a ser diferentes a cuando interactúan con otros humanos. Nuestro objetivo a largo plazo es tratar de comprender cómo reacciona el cerebro a estas diferencias”.
Examinando la neurociencia detrás del rendimiento deportivo
El rendimiento del cerebro durante las actividades deportivas ha sido un tema de interés para los investigadores durante años. En deportes complejos y de ritmo rápido como el tenis de mesa, comprender cómo el cerebro procesa la información y controla los movimientos puede proporcionar información valiosa sobre el entrenamiento deportivo y el desarrollo de métodos de entrenamiento más efectivos.
Esta investigación también tiene implicaciones para el futuro de las interacciones entre humanos y robots, ya que los robots se vuelven más comunes y sofisticados en varios aspectos de la vida humana. Comprender la respuesta del cerebro a las contrapartes robóticas puede ayudar a que los compañeros artificiales sean más naturales y mejoren su integración en nuestra vida diaria.
Para investigar la respuesta del cerebro durante los partidos de tenis de mesa, Studnicki y Ferris utilizaron un gorro de exploración cerebral equipado con 240 electrodos. Esto les permitió concentrarse en la corteza parieto-occipital, la región responsable de convertir la información sensorial en movimiento. Registraron la actividad cerebral de los jugadores mientras jugaban contra oponentes humanos y una máquina de servicio de pelota.
Studnicki dijo: “Queríamos entender cómo funcionaba para movimientos complejos como seguir una pelota en el espacio e interceptarla, y el tenis de mesa era perfecto para esto”.
Sincronización versus desincronización: la respuesta del cerebro a diferentes oponentes
Los investigadores observaron que cuando jugaban contra otro humano, las neuronas de los jugadores trabajaban al unísono, mostrando sincronización. Por el contrario, cuando jugaban contra una máquina que saca pelotas, las neuronas de sus cerebros no estaban alineadas entre sí, lo que provocaba una desincronización.
Ferris explicó la diferencia: “Si tenemos 100.000 personas en un estadio de fútbol y todos animan juntos, es como una sincronización en el cerebro, que es una señal de que el cerebro está relajado. Si tenemos esas mismas 100.000 personas pero todas están hablando con sus amigos, están ocupadas pero no están sincronizadas. En muchos casos, esa desincronización es una indicación de que el cerebro está haciendo muchos cálculos en lugar de estar sentado e inactivo”.
El equipo sospecha que los cerebros de los jugadores estaban más activos mientras esperaban los servicios robóticos porque las máquinas no dan pistas de lo que van a hacer a continuación. Esta diferencia en el procesamiento cerebral sugiere que entrenar con una máquina podría no ofrecer la misma experiencia que jugar contra un oponente real.
El futuro del entrenamiento deportivo asistido por máquinas
Aunque el estudio destaca las diferencias en la actividad cerebral cuando se enfrenta a oponentes humanos y máquinas, no descarta el valor del entrenamiento asistido por máquinas. Studnicki cree que las máquinas seguirán desempeñando un papel importante en el entrenamiento deportivo: “Sigo viendo mucho valor en practicar con una máquina. Pero creo que las máquinas van a evolucionar en los próximos 10 o 20 años, y podríamos ver comportamientos más naturales para que los jugadores practiquen”.
A medida que avanza la tecnología, es probable que las máquinas sean más capaces de imitar el comportamiento humano y brindar experiencias de entrenamiento más realistas. Al comprender los matices de la actividad del cerebro humano en respuesta a diferentes oponentes, los investigadores pueden contribuir al desarrollo de métodos de entrenamiento más efectivos y mejorar